Primera Iglesia Bautista Fundamental Independiente de Cuajimalpa.
  El Hábito de orar.
 



El Hábito de orar en la vida de Jesús.
 
El mundo siempre ha estado fascinado con Jesús. Aun que hay quienes creen y quienes no creen en él, todos están interesados en Jesús, el hombre, en quién fue y qué hizo. En el año 2004, la película de Mel Gibson “La pasión de Cristo” puso de manifiesto esta fascinación. Para el año 2005 más del 45% de los estadounidenses ya la ha visto o planea verla. Tal vez usted mismo ya la ha visto. El film hizo que todo el mundo hablara de Jesús. Y aun que no estoy desacuerdo con muchas de las filosofías que se presentan en esta producción, también es cierto que nos ayuda a ver un poco más de cerca la realidad de lo que pudo haber sido. Uno de los directores de la película dijo: “Nadie puede pasar los siete días de la semana con Jesús y no ser influenciado por él”. 
Su vida trasciende las épocas, la geografía, las razas, las sociedades y las fronteras que el mismo hombre ha levantado en derredor suyo.
Alguien dijo: “Mientras los siglos pasan, se acumulan evidencias que, medidas por su efecto sobre la historia, demuestran que Jesús es la vida que más influencia ha tenido sobre este mundo”.
“Conozco a los hombres, y sé que Jesucristo no era como uno de nosotros. El era diferente. Las mentes superficiales ven una semejanza entre Cristo y los fundadores de Imperios o los dioses de otras religiones. Esa similitud no existe. Entre el cristianismo y cualquier otra religión hay una distancia infinita… Todo en Cristo me sorprende. Su espíritu me cautiva y su voluntad me confunde. No hay ningún posible grado de comparación entre él y cualquier otro hombre de la historia. Él es un ser único. Sus ideas y sus sentimientos, la verdad que proclama y su manera de convencer no se pueden explicar por la razón humana ni por la naturaleza de las cosas… He buscado en la historia a alguien parecido a Jesucristo o algo que se aproxime al evangelio y ha sido en vano”. Napoleón Bonaparte.
 
Jesús es el ejemplo máximo de una vida exitosa. A través de muchos siglos, líderes han sido vistos como modelos dignos de imitar, pero nadie es más digno de ser imitado que Jesucristo.
 
Jesús dijo: “Porque ejemplo os he dado, para que así como yo os hice, vosotros también hagáis” Jn. 13.15 Dándonos la clave que necesitamos en nuestras vidas cristianas, y esto es que nos permite ver lo que él hizo para que nosotros también podamos hacer lo mismo. Jn. 13.17 La palabra Bienaventurado, significa, “doblemente bendecido” o “ser feliz”. Las bendiciones que pueden venir a nuestras vidas pueden llegar por practicar un sistema de hábitos. 
Cuando escuchamos la palabra hábito, generalmente pensamos en algo negativo, algo que nos puede limitar. Pero también existen buenos hábitos. Un predicador dijo “Una gran parte de la virtud cristiana consiste en practicar los hábitos correctos”. Escúcheme muy bien “Primero formamos nuestros hábitos, luego nuestros hábitos no dan forma”. Aproximadamente el 90% de lo que hacemos cada día es gobernado por los hábitos que poseemos. Se hizo un estudio donde se demostró que si usted hace la misma cosa por 38 días concesivos, eso que usted está haciendo se puede convertir en un hábito”.
 
Lea atentamente por favor:
“Yo soy tu compañía constante; soy tu mejor ayudante o tu peor detractor. Yo te impulsaré hacia delante o te empujaré hacia el fracaso. Estoy completamente a tus órdenes. Tú me necesitas para la mitad de las cosas que haces; y yo estoy listo para hacerlas rápida y correctamente. Soy fácil de manejar; sólo tienes que ser firme conmigo. Enséñame exactamente cómo hacer algo y, después de unas pocas lecciones, lo haré automáticamente. Yo soy el más fiel siervo de todos los grandes personajes, y también de los fracasados. A los fracasados, yo los he hecho fracasar. No soy una maquina, sin embargo, trabajo con la misma exactitud de una de ellas. Además trabajo con la inteligencia de un ser humano. Tú puedes usarme para adquirir ganancias o para perderlas: para mí, no hay diferencia. Tómame, entréname, sé firme conmigo. Sé complaciente conmigo y te destruiré. ¿Quién soy? Soy un hábito.
 
 
Pasaje Guía.
 
Aconteció que, estando Jesús orando en cierto lugar, cuando termino, uno de sus discípulos le dijo:
̶Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Lucas 11.1
 
El hábito de Jesús de orar implica el tomar la decisión de vivir en una atmosfera, ya sea a una hora establecida o espontáneamente, en la cual usted…
 
·         Alaba a Dios.
·         Agradece a Dios.
·         Confiesa sus pecados a Dios.
·         Intercede por otras personas.
·         Presenta sus peticiones personales a Dios.
 
Jesús nos mostró cómo orar.
 
Los discípulos escucharon a escondidas cuando Jesús oraba. Y estaban tan emocionados por lo que habían escuchado que le pidieron que le enseñará a orar como él lo hacía.
 
Esa es la clave: aprender a orar como Jesús oraba. Ellos vieron el poder de Jesús y lo relacionaron con su oración.
 
En el momento en que usted se despierta cada mañana, todos sus deseos y esperanzas para el día corren hacia usted como animales salvajes. Y el primer trabajo de cada mañana consiste en empujar todas esas cosas hacia afuera, en escuchar esa otra voz, en tomar ese otro punto de vista, dejando que esa otra vida, más grande, más fuerte y más tranquila comience a fluir.
 
Cuando oraba Jesús.
Obtengamos una mejor idea de las ocasiones en las que Jesús oró y el significado que ellas tienen para nuestra propia vida diaria.
 
Él oró muy temprano por la mañana. Mr. 1.35
¿Por qué es importante orar por la mañana?
1.        Para repararnos para el día.
2.       Para estar listos para la batalla espiritual.
 
Él oró por la noche y algunas veces toda la noche. Lc. 6.12
Jesús nos demostró que hay ocasiones cuando orar es más importante que dormir.
 
Cómo oraba Jesús.
Él oró con las personas y nos solamente por ellas. Lc. 9.28
 
Él oró continuamente.
Jesús nunca dejo de orar Lc. 18.1
 
Jesús oró:
1.        Mirando hacia arriba. Jn. 17.1
2.       Jesús oró arrodillado. Lc. 22.41
3.       Jesús oró postrado [rendir, humillar o derribar algo; enflaquecer, debilitar, quitar el vigor y fuerzas a alguien; arrodillarse o ponerse a los pies de alguien, humillándose o en señal de respeto, veneración o ruego]. Mt. 26.39
4.      Jesús oro antes de tomar grandes decisiones Lc. 6.12
5.       Jesús oró después de una Gran Victoria. Mt. 14.23
6.       Jesús oró para vencer la tentación. Lc. 22.39-41
7.       Jesús oraba para glorificar a Dios. Jn. 17.1
8.       Jesús oraba con motivos correctos Jn. 17.3
9.       Jesús oraba para tener intimidad con Dios. Jn. 17.5
10.    Jesús oraba para no dejar algo sin cumplir. Jn. 17.12
11.     Jesús oró para pedir protección sobre sus discípulos. Jn. 17.15
12.    Jesús oró basado en las escrituras. Jn. 17.17   
   U
n mal ejemplo de oración Lc. 9.54
13.    Jesús oró para impactar al mundo. Jn. 17.15
14.   Jesús oró durante tiempos de crisis. Mt. 15.33-34
15.    Jesús oró ferviente y apasionadamente. Lc. 22.44
16.    Jesús oró mientras moría. Mt. 27.46, 50
 
¿Cuáles son los enemigos del hábito de orar?
1.        Orar por razones incorrectas. Stg. 4.3
2.       Orar mientras se practica pecado. Sal. 66.18
3.       Orar cuando ha mantenido su Biblia cerrada. Prov. 28.9 Usted no puede leer correctamente la Biblia si no ha orado y usted no orara correctamente sin haber leído su Biblia.
4.      Orar creyendo que Dios no responderá. Stg. 1.6-7
5.       Orar sin que Dios sea prioridad. Ez. 14.3
6.       Orar con hipocresía. Mt. 6.5
7.       Orar sin haber perdonado. Mr. 11.25; Mt. 5.23-26
8.       Orar mientras haya un conflicto en su matrimonio. 1Ped. 3.1-7
9.       Orar sin ser salvo. Ef. 2.12
10.    Oraciones que nunca ha sido hechas. Cada cristiano sabe porque cosas debería de estar orando. ¿Lo estamos haciendo? Stg. 4.2
 
Haga de la oración un hábito.
1.        Decida orar; no espere hasta que sienta deseos de hacerlo.
2.       Haga de la oración una parte de su vida diaria.
3.       Ore a Dios meditando en su Palabra.
4.      Decida que nunca tomará una decisión importante sin orar primero.
5.       Ore antes de salir de su casa por la mañana.
6.       Confiese su pecado inmediatamente.
7.       Pruebe diferentes formas de orar. Parado, sentado, arrodillado, postrado, etc.
8.       Ore con sencillez.
9.       Nunca se rinda: siga orando.
10.    Espere una respuesta.
 
Mucho se habla a cerca de la oración. De grandes hombres de oración. En algunos Colegios Bíblicos se tiene hasta una clase especial sobre este tema.
Se habla muchos sobre los métodos, cuanto tiempo, de qué forma, cuánto tiempo.
Y muchos estudiantes pasan con 10. Pero es una tristeza que al obtener el crédito para aprobar esa clase, se olvidan de algo muy importante y eso es ¡que deben de estar orando!
Podemos hablar mucho a cerca de la oración… pero de nada sirve lo que digamos o enseñemos. ¡Sí no estamos orando!

 
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1 Corintios 1.21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
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