Primera Iglesia Bautista Fundamental Independiente de Cuajimalpa.
  Estudios Bíblicos.
 

                     

¿Qué es predicar?

¿Qué es predicar? ¿Cómo definirla? ¿Cuáles son los criterios que determinan cuán bíblico es un sermón? En este artículo, trataré el tema de la predicación bíblica. En primer lugar, presentaré una definición general del concepto. Entonces, en segundo lugar, pasaré a discutir con más detalle los elementos que le dan carácter bíblico a la predicación.

I. Definición de “predicación”.

Predicación (en latín, praedicatio), anunciar, trasmitir, publicar un determinado mensaje. En la mayoría de los casos esa transmisión se realiza por vía oral, aunque el testimonio de vida es también una forma de comunicación de este mensaje.

El contenido de la predicación de la Iglesia primitiva era muy simple y siempre con una referencia esencial a la persona de Jesús. “Sepa, pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha hecho Señor y Cristo” Hch. 2.36  A medida que la teología evoluciona, el mensaje es más complejo y la predicación exige una mayor elaboración y preparación.

La predicación es, ante todo, la presentación del evangelio en fidelidad a las escrituras. “Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque  con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado… porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo” Rom. 10.8-11, 13.

Sin embargo, a través de la historia los estudiosos de la homilética han identificado dos estilos básicos de predicación: la bíblica y la temática.

A. La predicación.

La predicación es aquella que toma como punto de partida para el sermón una porción de las escrituras. El propósito de este tipo de predicación es interpretar el mensaje del texto para los oyentes de hoy. Tradicionalmente, se han identificado tres tipos de sermones bíblicos:

1.    El sermón textual: Este tipo de sermón comenta frase por frase uno o dos versículos de la Biblia. De este modo, obtiene del texto tanto su tema como las divisiones de su desarrollo . Un ejemplo de este tipo de sermón sería una presentación de tres puntos basada en Juan 3:16.

a.    El motivo de la Salvación: "De tal manera amó Dios al mundo..."

b.    El mediador de la Salvación: "...que ha dado a su hijo unigénito..."

c.    El propósito de la Salvación: "...para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna."

2.    El sermón expositivo: Este sermón es el que, fundamentado en una unidad de la Biblia, presenta un aspecto del mensaje del texto. La extensión del pasaje bíblico no es lo importante en este caso; lo importante es que el sermón presente algunos de los muchos temas relevantes que sugiere el texto . Por ejemplo, la parábola del Buen Samaritano (Lc. 10:25-37) sugiere una larga lista de temas: el significado de ser prójimo, la responsabilidad social de la iglesia, el peligro del legalismo religioso, el amor de Dios por el marginado, etc. Un sermón expositivo sobre esta parábola presentaría sólo uno de estos temas, dejando los demás para futuros sermones.

3.    El sermón narrativo: En este tipo de sermón el predicador cuenta una historia bíblica. Al hacerlo, la historia cobra vida ante nuestros ojos y el mensaje del texto se vuelve evidente. En realidad, es un estilo de predicación muy sencillo. Se presta, en particular, para sermones evangelistico y para predicarle a los niños. Tomemos, por ejemplo, el relato de la curación del leproso en Marcos 1:40-45. Un buen sermón narrativo de propósito evangelistico nos hará comprender tanto el sufrimiento del leproso como el amor de Jesús. Al oír la historia nos involucramos en la misma y de pronto comprendemos que el leproso nos representa. Nosotros estamos tan necesitados como él. Sólo Jesús puede tocarnos, dejarnos limpios y restaurarnos a una vida plena.

B. La predicación temática.

La predicación temática parte de un asunto de interés general, una doctrina o un episodio de la historia de la Iglesia. Entonces, hace una reflexión sobre el tema a la luz del mensaje de la Biblia y del pensamiento cristiano. El propósito de este tipo de predicación es, principalmente, didáctico; busca que la congregación aprenda más sobre el tema, tome conciencia de la importancia del mismo y actúe a base del conocimiento adquirido. Podemos identificar dos (2) variantes básicas del sermón temático:

1.    El sermón doctrinal: Este tipo de sermón presenta algún aspecto importante de una doctrina de la fe cristiana. Es decir, presenta un punto importante de la fe tal como la necesidad de salvación, las consecuencias del pecado o los frutos del Espíritu Santo. Como indicamos anteriormente, su propósito es, básicamente, didáctico.

2.    El sermón sobre problemas sociales: El sermón sobre problemas sociales presenta una reflexión bíblica y teológica sobre un tema de actualidad que afecta a la comunidad de la cual formamos parte. Algunos temas relevantes en nuestro contexto serían el discrimen racial, la violencia doméstica o el militarismo. El enfoque básico de este tipo de sermón es teológico puesto que la Biblia dice muy poco sobre nuestros problemas actuales. Es decir, nuestra sociedad confronta problemas tales como el aborto y la contaminación ambiental que la Biblia no trata directamente. Este tipo de sermón entra en el área de la ética cristiana y, por lo tanto, su propósito oscila entre la didáctica y el desafío a la acción.

II. Criterios.

Anteriormente, indicamos que la predicación es, ante todo, la presentación del evangelio en fidelidad a las escrituras. Sin embargo, esto no es más que el primer paso. Para ser verdaderamente bíblico, un sermón debe tener ciertas características adicionales.

La predicación bíblica ocurre cuando el contenido, la función y la forma del texto moldean el contenido, la función y la forma del sermón. En otras palabras, la predicación es bíblica cuando el sermón está diseñado en forma coherente con el pasaje bíblico que le sirve de base.


A continuación comentaremos brevemente los elementos que hacen "bíblica" la predicación.

A. Contenido

Un sermón es bíblico cuando su contenido corresponde al contenido del texto que le sirve de base. En otras palabras, un sermón ofrece una interpretación válida del texto.

Para poder interpretar adecuadamente el contenido de un pasaje bíblico es necesario prestarle atención a tres elementos importantes:

1.    El contexto social e histórico: ¿En qué época fue escrito el texto? ¿Qué comunidad lo produjo? ¿A qué comunidad o persona en específico fue dirigido? ¿Cuál era la situación social e histórica de estas comunidades religiosas?

2.    El mensaje: ¿Qué dice el texto? ¿Cuál es su argumento? ¿Cuáles son las ideas y los conceptos teológicos claves del pasaje? ¿Cómo podemos interpretar esta porción en forma valida? ¿Cuál es el mensaje del texto para nosotros hoy?

3.    El estilo literario: ¿Es un texto narrativo, poético o discursivo? ¿Qué imágenes literarias usan? ¿Qué elementos del texto deben interpretarse en manera figurada?

Cuando no se presta la atención debida a estos elementos, surgen interpretaciones erróneas que pueden llevar a enseñar falsa doctrina. ¡Así hay quienes toman literalmente un texto poético del Antiguo testamento, Ec. 9:8, y andan siempre vestidos de blanco.

B. Función.

Un sermón es bíblico cuando su función corresponde a la función del texto que le sirve de base. Es decir, un sermón bíblico logra en el oyente un efecto similar al que logra el texto.

Los pasajes bíblicos han sido escritos con diversos propósitos. Un texto puede consolar, exhortar, desafiar, edificar, llamar a la fe, etc. El predicador debe aprender a discernir el propósito del texto y tratar que el texto tenga un propósito similar.

C. Forma

Un sermón es bíblico cuando su forma corresponde a la forma del texto que le sirve de base. De otro modo, un sermón bíblico toma en cuenta la estructura del texto.

La estructura de un texto bíblico es muy importante. Ya que es imposible separar la estructura del mensaje del texto, por regla general la forma aclara el contenido.

III. Conclusión

En resumen, la predicación es verdaderamente bíblica cuando el sermón es un reflejo fiel del contenido, la función y la forma del texto que le sirve de base. La tarea, pues, del predicador es dejar que Dios hable a través de la exposición del mensaje bíblico. Sólo entonces los oyentes tendremos la oportunidad de encontrarnos con el Señor de la vida en la proclamación de la Palabra de Dios.

 

 


 
 
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1 Corintios 1.21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
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