Primera Iglesia Bautista Fundamental Independiente de Cuajimalpa.
  El pecado de la amargura.
 

El pecado de la amargura.

Heb 12.12-17

 

I.                  ¿QUÉ ES LA AMARGURA?

A.   En el griego del NT, “amargura” proviene de una palabra que significa punzar. Su raíz hebrea agrega la idea de algo pesado. Sal 73.21 21Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.

B.    La amargura es un sentimiento de pena, aflicción y/o disgusto.

Podemos decir que la amargura es aflicción, disgusto, pena, sufrimiento, tormento, tristeza, desconsuelo, desengaño, dolor, pesadumbre, pesar, tribulación, resentimiento, rencor.

C.    La amargura es un problema espiritual.

Prov 14.10 10El corazón conoce la amargura de su alma; y extraño no se entremeterá en su alegría.

La amargura es el pecado más fácil de justificar y el más difícil de diagnosticar, porque es razonable disculparlo ante los hombres y ante el mismo Dios. A la vez, es uno de los pecados más comunes, peligrosos y perjudiciales y el más contagioso.

·        La razón por la que es tan difícil de desarraigar es triple: En primer lugar, el ofendido considera que la ofensa es culpa de otra persona (y muchas veces es cierto) y razona: “Él/ella debe venir a pedirme disculpas y arrepentirse ante Dios. Yo soy la víctima".

·        En segundo lugar, casi nadie nos ayuda a quitar la amargura de nuestra vida. Por lo contrario, los amigos más íntimos afirman: “Tú tienes derecho… mira lo que te ha hecho", lo cual nos convence aun más de que estamos actuando correctamente.

·        Finalmente, si alguien cobra suficiente valor como para decirnos: “Amigo, estás amargado; eso es pecado contra Dios y debes arrepentirte", da la impresión de que al consejero le falta compasión (recuerde, que el ofendido piensa que es víctima). Hasta es posible perder la amistad de la persona amargada por haberle aconsejado que quite la amargura de su vida (Efesios 4:31).

·        Por eso muchos se margan contra el pastor diciendo “es que el pastor no me comprende”.

·        Recuerde que por regla general nos amargamos con las personas más cercanas a nosotros.

 

II.               LA AMARGURA LA RAÍZ DE OTROS PECADOS.

Heb 12.15 15Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados;

Ef 4.31 31Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería [Rom. 3.14; Job 7.11] y maledicencia [murmuración, infundio, chismorreo, habladuría, difamación], y toda malicia [tendencia a pensar mal de los demásmala intención; hablar con sutileza, sagacidad para mi propio beneficio]

 

III.            RAZÓN POR LAS CUALES LAS PERSONAS SE AMARGAN.

A.   La amargura tiene lugar automáticamente cuando no sé responder correctamente ante la ofensa de alguien [o lo que yo creo es una ofensa]. No importa si la ofensa fue intencional o no. Si el ofendido no arregla la situación con su prójimo la amargura le inducirá a imaginar más ofensas de la misma persona. La amargura es una manera de responder que a la larga puede convertirse en una norma de vida y que buscaremos justificar ante el mismo Dios. La amargura es el reflejo de las falta de amor.

1.     Los hijos somos responsables de que nuestros padres se amarguen

Prov. 17.25 25El hijo necio es pesadumbre de su padre, Y amargura a la que lo dio a luz.

2.     Los esposos somos responsables de que nuestras mujeres se amarguen

Col. 3.19 19Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas.

3.     Las esposas son responsables de que los esposos se amarguen contra ellas

Prov. 14.1 1La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.

4.     Las circunstancias pueden amargarnos

Rut 1.13 13¿habíais vosotras de esperarlos hasta que fuesen grandes? ¿Habíais de quedaros sin casar por amor a ellos? No, hijas mías; que mayor amargura tengo yo que vosotras, pues la mano de Jehová ha salido contra mí.

 

IV.            CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA AMARGADA.

Todos podemos ser afectados

Dt. 28.18 18No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo.

Muchos beben por amargura

Hab 2.15 15¡Ay del que da de beber a su prójimo! ¡Ay de ti, que le acercas tu hiel, y le embriagas para mirar su desnudez!

Lam 3.15 15Me llenó de amarguras, me embriagó de ajenjos.

Poco ánimo

Job. 21.25 25Y este otro morirá [mucha gente muere amargada] en amargura de ánimo, Y sin haber comido jamás con gusto.

Job 10.1 1Está mi alma hastiada de mi vida; Daré libre curso a mi queja, Hablaré con amargura de mi alma.

Su forma de hablar refleja la amargura que tienen

Job 23.2 Hoy también hablaré con amargura; Porque es más grave mi llaga que mi gemido.

La amargura trae problemas físicos

Sal 73.21 21Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.

Prov 17.22 El corazón alegre constituye buen remedio; Mas el espíritu triste seca los huesos [artritis]

El espíritu amargo contamina a otros.

Heb. 12.15 15 15Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.

 

Una persona que se acuesta herida, se levanta enojada; se acuesta enojada, y se levanta resentida; se acuesta resentida, y se levanta amargada.

 

El espíritu amargo puede causar problemas físicos. La amargura está ligada al resentimiento, término que proviene de dos palabras que significan "decir de nuevo". Cuando uno tiene un profundo resentimiento, no duerme bien o se despierta varias veces durante la noche, y vez tras vez en su mente repite la herida como una grabadora. Es un círculo vicioso de no dormir bien, no sentirse bien al siguiente día, no encontrar solución para el espíritu de amargura, no dormir bien, ir al médico, tomar pastillas, etc. Algunas personas terminan sufriendo una gran depresión; otros acaban con úlceras u otras enfermedades, y muchos hastiados de la vida buscan la salida falsa el suicidio.

 

 

V.               COMO VENCER EL PECADO DE LA AMARGURA.

Debemos de reconocer que la amargura es pecado, y que debemos de hacer todo lo que está de nuestra parte para quitarla de nuestra vida. El amor es la vacuna contra la amargura.

1Cor. 13.4-7 4El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; 5no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; 6no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. 7Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

1 Ped 4.8 Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.

 

Para no amargarnos (preventiva)

El ejemplo de Job para no amargarse. Job supo cómo responder frente a la ofensa Job. 2.7-10

Prov. 15.1 1La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor.

 

Para quitar la amargura (correctiva)

Ef. 4.31-31 31Quítense [es mi decisión] de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. 32Antes sed benignos [templado, tensar, estirar, afinar, contener] unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

 

El perdón es la medicina contra la amargura.

 

1) ¿Existe una situación negativa en su vida que aparece frecuentemente en la mente o le despierta durante la noche, o le quita el sueño?

2) ¿Está planeando maneras de vengarse si tan sólo tuviera la oportunidad de hacerlo? Varias personas han dicho que estos planes son, precisamente, lo que les privan del sueño.

3) ¿Recuerda hasta los más insignificantes detalles de un evento negativo que sucedió hace tiempo?

¿Por qué recordamos ese tipo de detalles con tanta facilidad? En primer lugar, porque tal como mencionamos en la sección I siempre recordamos las heridas y las ofensas. Pero la razón principal es que repasamos y repasamos los detalles.
Una vez un maestro enseñó cuál era, según él, la mejor manera de recordar el material del curso: repasar, repetir y repasar. ¡Si pudiéramos recordar los buenos momentos o aun los pasajes de la Biblia tanto como recordamos las ofensas! Nuestra vida estaría llena de gratas memorias y la palabra de Dios siempre estaría en nuestra mente.

4) ¿Se siente ofendido y, debido a que usted estima que es la víctima, está justificando el resentimiento? Aquí la frase clave es "pero yo tengo razón". No hay situación más difícil de solucionar que cuando la persona ofendida tiene razón.
Carlos, un brillante y joven empresario, ascendió rápidamente en la empresa y a los 36 años llegó a ser vicepresidente con miras a llegar aun más arriba. Aunque el mismo director y fundador de la organización lo había empleado, llegó a sentir que Carlos era una amenaza y buscó motivos para despedirlo. Este, ignoraba el complot que se gestaba en la oficina a sólo cinco metros de la suya. Finalmente, un viernes por la tarde el director comunicó a Carlos en palabras terminantes que no tenía que volver a trabajar el lunes. Cuando preguntó por qué, el director, presentó una serie de mentiras y medias verdades.
Carlos encontró otro empleo pero sigue amargado. Envenenó de amargura a su esposa (que, por supuesto, tomó sobre sí la ofensa y está más amargada que él) y a sus mejores amigos. Ahora bien, Carlos tenía toda la razón. Cada vez que escucho la historia yo mismo me enojo, porque era y sigue siendo injusto. Admito que es difícil quitar la amargura de la vida de quien fue ofendido, herido, pisoteado, marginado, pasado por alto, o algo similar. Es difícil porque esa persona es víctima. Sin embargo, la Santa Palabra de Dios interviene con el mandamiento "quítense de vosotros toda amargura..." (Efesios 4:31).

5) ¿Hay explosiones desmedidas en cuanto a incidentes que de otra manera tendrían menor importancia? Sucede a menudo en la vida matrimonial cuando uno de los cónyuges por algún motivo está amargado. Tal amargura se entremete en todas las contiendas con el cónyuge, y es como un volcán esperando el momento de erupción. Súbitamente y sin previo aviso, comienza a salir todo tipo de veneno antes escondido bajo la superficie. El cónyuge se sorprende por la reacción violenta y se pregunta cuál es la razón. La amargura es común entre esposos. Por tal motivo, tanto en consejos prematrimoniales como matrimoniales, enseñamos el principio de "resolver hoy los problemas de hoy" (Efesios 4:26), no dejando pendiente nada que podría convertirse en resentimiento y amargura mañana.

6) ¿Le sucede que al leer la Biblia casi inconscientemente aplica la Escritura a otros en vez de a sí mismo? Muchas personas amargadas hallan en la Biblia enseñanzas que aplican a otros (en forma especial al ofensor).

7) Por lo general ¿usa usted expresiones que incluyen "es que nunca”, “ellos" o "todo el mundo" para apoyar sus argumentos? Con la amargura entra en combate uno de los amigos más íntimos de la amargura: el chisme. La persona amargada piensa que tiene razón (y en muchos casos es cierto), busca a otros, comparte su experiencia, fundamenta su actitud con exageraciones y generalizaciones refiriéndose a "todo el mundo". Una mujer enfrentada con los pecados de la amargura y el chisme, se justificó diciendo que "tenía razón", y junto con su esposo se fueron de la iglesia ofendidos.

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1 Corintios 1.21 Pues ya que en la sabiduría de Dios, el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría, agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación.
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